Ya lo han dicho arriba; el cambiar o convertirse a una cierta religión no es ni mucho menos como comprarse un par de zapatos nuevos.
Una religión no es ya tal o cual creencia sino un complejo de costumbres, tradiciones, bajo las que uno ha vivido toda la vida (desde este punto de vista creo yo que el agnosticismo y el ateismo mismo se les podría llamar "religiones"); no pienso yo que el querer cambiar algo de este calibre sea tarea de unos días, meses o años, si es que es posible desapegarse de ello por completo. Más aún, no es sólo una cuestión del momento histórico en el que uno haya nacido, de las circunstancias que le circunscriban dentro de ciertos límites, sino también de las posibilidades de cada uno.
En cualquier caso esa es mi opinión, seguro que tu novia comprenderá que tus creencias no son algo que se puedan cambiar como si nada.
Suerte
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