Esto es así, vivimos en un mundo súper competitivo donde nadie irá a darte la manita sino la espalda aunque luego quieran ir de buenas personas semi-comunistas y súper altruistas una cosa es la teoría y la bonanza con la práctica de un mundo sobre todo laboral y también por qué no decirlo emocional donde juegan mucho los intereses a nivel económico y de personalidad o criterio con tal de salir reforzado el individuo particular.
Lo que voy a decir es duro, pero si eres un cobarde como yo y como mucho de nosotros nos sentimos de no afrontar la vida porque "somos así" porque el tonto que se muestra a la realidad nunca da la cara ante los demás y no sabe luchar por su vida, saldrá pisoteado, humillado y no importara si muere. Claro que no, es una guerra hasta el fin de que cada uno va a lo suyo. Si te suicidas no sería ninguna pérdida y encima te tildan de cobarde, que no lo tengo muy claro, hay que ser valiente para dar el último paso. Si mueres, no importa, es una vida más. Solamente no reforzarás el empleo, ni consumirás, ni mejorarás el Estado pero sentimentalmente prácticamente solo dejarás hueco en tu familia y poco más, para los demás ni has existido y siempre fue así.
La vida ni es mágica, ni está hecha para darte una sonrisa, ni tiene algo especial o ni hay suerte porque todo eso es falsedad. La única vez en que todos te adulan es cuando naces como si fuera una bendición tenerte y supone una carga familiar y económica aunque digan que es una de las mejores experiencias de la vida tener un hijo. Ese es tu único gran momento, a partir de ahí el bebé tiene que fortalecerse hasta ser una persona dura de pelar y que sepa vivir por su cuenta porque nadie te va a proteger si caes de espaldas. Además de las Navidades y los Cumpleaños porque desde aquí os lo digo ya: estoy en contra de estos convencionalismos sociales. Es simple, parece programado X día tienes que ser feliz por X acontecimiento y tienes que hacer X cosa. Es como las noticias, se repiten siempre las noticias de crisis, economía y recortes como primer titular. Siempre lo mismo, lo mismo de siempre. Algo que repite y cansa sobre todo por su falsedad. Porque otra cosa no, pero el ser humano es falso hasta decir basta y esto se demuestra desde que eres niño diciendo: -No mientas, que mentir está mal. Y ellos te mienten con Papa Noel, Reyes Magos y demás aparte de todas las traquiñuelas que hace la gente para convencer a la otra de que sus decisiones y lo que dice es la verdad general aunque solo sea su verdad, uniendo mentira tras mentira.
Aunamos el concepto de felicidad de la nada. ¿Qué es la felicidad de la nada? La que se muestra en esos hechos repetitivos hasta la saciedad por la sociedad. Y es que, ¿a quién no le resulta familiar un?
-"Feliz Cumpleaños", "Feliz Año Nuevo", "Feliz Navidad", "Felices Fiestas"
Un montón de chorradas sin fundamento para ponerte una sonrisa en la cara aunque no tengas ni con qué ni con quién sonreír. De repente, tienes que pasar de un estado a otro porque una fecha lo determina Y UNA MIERDA!
Porque la vida y los sentimientos o tu bienestar o malestar físico, mental y emocional no lo designa un simple calendario sino cuando tú quieras cambiarlo, proponertelo y decidirlo aunque hay que estar amordazado con el concepto de quién eres y qué es lo que quieres.
Un cambio de año no tiene connotación alguna, ni las estúpidas uvas, trajes o ropa interior que dicen que trae "buena suerte2
. Panda de gilipolleces en mayúsculas. Es un simple cambio de fecha que ni siquiera significa nueva era sino el retorno cíclico a un calendario al que estamos acostumbrados pero avanzando en el futuro continuamente, los momentos verdaderos se marcan al llegar a la cúspide o a lo más alto de un hecho o acontecimiento no porque sea 31 o 1. Y recordar, al menos aprended de vuestros errores para seguir mejorando y poder ser esa quién idolatráis y sabéis que lleváis por dentro.
Hasta la vista baby.