A los 6 años hubo un cambio abrupto en todos los ámbitos de mi vida, lo que provocó que en mí iniciara un episodio de depresión infantil. Fui diagnosticada a los 9 años, pero mis papás, por razones que aún desconozco, no se interesaron en ayudarme con algún tratamiento o en al menos explicarme qué era lo que estaba sintiendo. Esto provocó que la depresión se cronificara a lo largo de toda mi vida escolar, ramificándose en fobias,ansiedad, inseguridad y toda clase de sentimientos que me impedían llevar una vida activa, tranquila y sencilla. Me alejé de muchas personas y tuve relaciones conflictivas con otras. A los quince años comencé a interesarme por temas de psicología, los desórdenes mentales llamaron mucho mi atención y me llegué a sentir muy fascinada por las cosas que un cerebro puede llegar a hacer por estar creado de forma diferente al de la mayoría. La esquizofrenia hasta ahora ha sido uno de mis más grandes intereses, entiendo que es algo bastante difícil que vivir, pero no puedo evitar maravillarme por ella.
Acabo de cumplir 21 años, sigo sin visitar ningún psicólogo ni recibir cualquier clase de tratamiento, pero investigando, leyendo mucho y explorando toda clase de documentales, he entendido por completo lo que me sucede. Quiero comenzar una nueva etapa, y en esta quiero liberarme un poco más de mis miedos compartiendo anécdotas, alegrías, sufrimientos, pensamientos y toda clase de dramas que vivo a diario en mi propia mente con personas que sé que me entenderán y a las que quizá, también, pueda ayudar.