En el fondo mi cuerpo se acuerda de lo que sentia cuando escuchaba musica electronica, como en ese video de los chemical brothers en que las pupilas se dilatan al ritmo de la música. En este mismo instante estoy escuchando una sesión de trance que me transporta por un momento al pasado. Esas sensaciones, esa alegria y paraiso en el infierno que vivia cada fin de semana.
Viejas sensaciones me recorren, se me eriza el vello, me siento bien por un instante, la música es un buen antidepresivo, aunque solo sea como un perro amaestrado que saliva... vuelvo a sentir, regreso al cielo, por un instante, espero que cuando muera San Pedro me pinche una buena sesion de trance o Satan si se tercia.
Lo que siento, se me saltan las lagrimas, las sirenas cantan, pero intento que no me lleven como Ulises permanezco atado al mastil de mi razon, mientras la sinrazon me pide que vuelva a lugares donde ya no soy nadie y tomar el paraiso comprado en el fondo del averno, en lo mas oscuro y sordido por un demonio menor que te promete felicidad a bajo precio, aunque el precio en realidad es muy alto, toda la felicidad del resto de tu vida a cambio de unos instantes que quedan grabados a fuego hasta en tu ultima celula.
Recuerdo ese instante, cuando estaba flotando en el paraiso, mire a mi alrededor y en realidad era el infierno,oscuro, peligroso, sordido, el infierno que me sigue llamando, sobre todo cuando estoy debil.
Ven!!!, regresa al infierno!!!, mejor el infierno que la ausencia de cualquier estimulo, pero se que no debo... no debo volver jamas... pero las sirenas cantan, cantan las sirenas y su canto me vuelve loco, loco por volver a esa falsa felicidad sintetica, y es que lo místico es químico...
...lo místico es químico... ...lo místico es químico, creer poder sentir a dios en el infierno...