El problema de esperar grandes cosas de la vida es que nada pasa y todo sigue igual. La lógica y sesuda conclusión es, por tanto, que no hay que esperar grandes cosas de la vida. Y no es que así, una vez que haces como que no esperas que vaya a pasar algo grande, vayan a pasar grandes cosas cual ley de Murphi (porque nunca pasan), sino que vives más tranquila/o.
¿Que no tienes amigos? Pues te jodes. O te expones a que te puedan rechazar o aceptar o incluso ignorar (sí esto también pasa, y como ya sabemos gracias a nuestras múltiples lecturas sobre cómo superar la fobia social, no hay que interpretar actitudes neutras como rechazos: sí, la gente te puede ignorar porque tiene mucho trabajo o prefiere quedar con su novio/a del que está perdidamente colgada/o, te jodes). O pasas y esperas tranquilamente a que llegue tu oportunidad, tú solito/a en tu casa, con tu internet, tus películas y tus libros.
¿Que tu familia te ha "destrozado" la vida? Te jodes. Es la familia que te ha tocado. En realidad también se joden ellos, porque seguramente si no han sabido quererte a ti es porque seguramente los pobres tampoco se han sabido quererse a ellos mismos. Y la vida se les pasó. Tic tac. Y morirán. Y moriremos.
En realidad, no se puede esperar grandes cosas de la vida. Y, en realidad, seguro que las cosas grandes te parecen menos grandes si te pasan a tí.