Holden - Ce que je suis
Ahora, no recuerdo mucho del primer beso que me dieron y que ha sido el último :( , tendrá mas de nueve años la última y primera ocasión que sellé mis labios con una chica, en realidad no recuerdo lo que sentí, fue un rápido beso... porque ella me lo pidió, no sabía que hacer, solo me dijo:
-
ella: ¿te puedo decir algo pero no te enojas?
-
yo: si, tienes mi confianza
- me gustas
- tu también
- y... ¿quiero saber si te puedo dar un beso?
- ¿en la mejilla?
- no, en la boca...
- ehhh...
acto seguido, ella se acercó a mi, cerró sus ojos, estiró su cuello y puso sus labios a mi disposición, yo no sabía que hacer
, solo paré mi trompita y le planté un besito rápido de esos... al final de cuentas un beso, hubo un silencio petrificador, ya era noche y ambos sentados en la acera de concreto, el único ruido era del viento y un grillo que cantaba por el terrible calor que hacía, incluso mi gato se quedó viéndonos con cara de WTF!, finalmente ella rompió el silencio sonriendo, me dijo "nos vemos mañana" y se fue liviana.
ya no tuve el valor de volverla a ver, tuve miedo de sentir algo, tuve miedo de experimentar nuevas sensaciones, tuve miedo de mi y de ella, tuve miedo porque no podía creer en el amor, vengo de una familia destrozada en donde los gritos y las peleas eran constantes, en donde las palabras "te quiero" no existieron en esa época, solo las ofensas, el desprecio y la indiferencia, relacioné el amor con dolor, no quería ese dolor, ya no quería sentirlo. Aún ingenuo no sabía que colocaba un ladrillo mas en mi torre del miedo.
estuve consciente del daño que me hacía al buscar el aislamiento, pero parecía un lugar acogedor, un lugar frío, oscuro y pequeño, pero era mi lugar, mi sitio en donde podía encogerme, donde pude abrazarme, donde pude pinchar nubes de sueños para escoger los bonitos y crear prosa sin sentido, jugar con una pequeña lámpara a que ya era de día y ahuyentaba a los fantasmas, luego conocí a los fantasmas y fueron mis amigos. Me sentía como el bicho raro mas grande del patio, al menos fui el mas grande en tamaño.
¿hasta que punto era capaz de deformar sueños y experimentarlos como algo real? no se hasta que grado, pero son intensos, son una droga, fueron mis aliados para suplantar toda esa falta de emociones, de experiencias, de sensaciones, juro que hasta olía la hierba húmeda mientras era capaz de volar al ras del suelo, volando bajo al final de cuentas. Mis devaneos, sueños tontos me dieron el escape que necesitaba, por fortuna nunca busqué en el alcohol o las drogas, solo en la mente y el regocijo que me provocaba, me conocí demasiado, amoldaba mis emociones en completa privacidad, si quería reír simplemente inventaba un recuerdo gracioso y reía, si quería llorar hacía lo contrario y lloraba.
Afortunadamente alguien me atrapó del pie y me bajó de mi viaje, entendí que es posible realizar algunos de esos sueños, los mas bellos, aún no dejo de soñar ni abandonar esta loca melancolía, yo soy eso.
Saludos