Los expertos le llaman “efecto placebo” al fenómeno por el cual una sustancia inerte (digamos, una píldora de azúcar) parece tener propiedades curativas cuando se administra como si fuese un medicamento. Pero no tiene por qué ser una píldora, puede ser también una inyección de suero salino o una cirugía en la que no se extirpa nada.
Hace unas semanas, la Revista de Neurociencia publicó un estudio científico que vincula la actividad de un gen, el TPH2, con una mayor probabilidad de que se presente el efecto placebo en el tratamiento de la disfunción psicológica conocida como “fobia social”, que identifica el pánico irrefrenable que sienten algunas personas a hablar en público.
El efecto placebo MI FOBIA SOCIAL