EL OPTIMISMO: LA VISIÓN POSITIVA DE LA VIDA
“Enseñar a vivir es una tarea de maestros. El profesor se limita a enseñar una disciplina: matemáticas, historia del arte…y se queda ahí. El maestro va más lejos: sirve de modelo de identidad para sus alumnos (…) El maestro es punto de referencia. Insinúa, tras su conducta académica, un estilo, una forma de vida atractiva, sugerente, repleta de sentido, que empuja a imitarlo. Esa vida intensa y coherente se pone delante de sus ojos y le descubre otra visión de la jugada personal.
El secreto está en los ojos. El optimista ha sabido educar su mirada para descubrir lo positivo que se asoma a su alrededor.”
“No es que sea incapaz de percibir lo negativo, sino que se detiene más en lo bueno que en lo malo. Su visión repasa la realidad, pero en su retina – en su corazón y en su cabeza- se hospeda lo más valioso. Todo está en la forma de mirar. “
“El optimista no pierde la calma cuando todo parece que se viene abajo. Sabe mantener el tipo. Tiene fortaleza y serenidad. Relativiza. Lucha contra los elementos. Está atento a todo, pero mirando a la lejanía, porque los vientos favorables volverán. Se crece en la adversidad.
“lucha, pone remedio, se las ingenia como sea para no verse barrido por esos elementos en torbellino de la naturaleza”
“El optimismo no es una visión plana y simplona de la realidad, sino la capacidad de aceptar otro ángulo de los hechos, poniendo siempre una nota positiva y aplicándola con criterio.”
“El optimismo es una forma de navegar” (Edgar Allan Poe, Descenso a Maelstrom)
(La ilusión de vivir, Enrique Rojas Montes)