Pues a mí me gusta más ahora que cuando tenía pareja. Odiaba tener que pensar en qué regalarle, pedirle ayuda a mi madre
(en esa época era jovencita)...
Cuando llega ese día me alegro de no tener que ir a comprarle nada a nadie, de no tener que ser hipócrita por una vez al año, de no sufrir por si uno de los 2 nos equivocamos eligiendo y a alguien no le hace ilusión el regalo.
Desde que soy soltera, cada año suspiro aliviada en san calentín, al ver como son otros los que sufren, una de las pocas preocupaciones de la vida en pareja.
Pringaos.