A esa conclusión llegué en estos días. No sólo por la falta de atractivo (gran causa de FS en muchos casos, puede que en el mío también), sino porque no encajamos en el ideal de hombre.
Está socialmente aceptado y difundido que el hombre debe ser una especie de ser invencible. Confiado, 100% seguro de sí mismo, con mucho carácter y una autoestima perfecta. Todo eso, para brindarle a una mujer seguridad y estabilidad. No podemos tener inseguridades, no podemos demostrar temor, vulnerabilidad o preocupación ante casi nada. El que lo hace, automáticamente es tachado de débil y las mujeres detestan eso.
¿Por qué el mundo es tan poco comprensivo con quienes somos diferentes? Hasta hace poco, creía que nuestra única alternativa era conocer una mujer que hubiese pasado por algo similar, así nos entendería. Pero hasta ellas parecen preferir al común denominador de los hombres.