Al igual que todos los medicamentos, Rivotril 2 mg comprimidos puede tener efectos secundarios, aunque no todas las personas los sufran.
Si considera que alguno de los efectos secundarios que sufre es grave o si aprecia cualquier efecto secundario no mencionado en este prospecto, informe a su médico o farmacéutico.
Se han descrito rara vez (al menos 1 de cada 10000 pacientes) los siguientes efectos secundarios al tomar Rivotril 2 mg comprimidos:
- Trastornos de la sangre: trombocitopenia (disminución del número de plaquetas),
- trastornos de la piel: urticaria (alergia), picor, erupción cutánea (enrojecimiento de la piel), caída pasajera del cabello, alteraciones de la pigmentación de la piel,
- reacciones alérgicas y shock anafiláctico (reacción alérgica grave),
- pubertad precoz incompleta en niños de ambos sexos,
- dolor de cabeza,
- náuseas y molestias epigástricas (en la parte superior del vientre),
- incontinencia urinaria,
- impotencia, disminución de la libido (disminución del apetito sexual).
Se han descrito con relativa frecuencia (al menos 1 de cada 100 pacientes) las siguientes reacciones adversas al utilizar Rivotril 2 mg comprimidos: Somnolencia, lentitud en los reflejos, debilidad muscular, mareo, cansancio, ataxia (disminución de la precisión de la marcha y los movimientos voluntarios). Estas efectos secundarios suelen ser pasajeros y generalmente desaparecen sin necesidad de interrumpir el tratamiento.
Cuando el tratamiento se prolonga largo tiempo o se utilizan dosis elevadas pueden aparecer trastornos reversibles como:
- Disartria (dificultad para articular palabras),
- ataxia (dificultad en el movimiento),
- problemas visuales (visión doble, movimiento involuntario e incontrolable de los ojos)
En algunas formas de epilepsia puede producirse un aumento de la frecuencia de las crisis (convulsiones) durante el tratamiento a largo plazo.
También se ha descrito:
- Disminución de la capacidad de concentración, inquietud, confusión, desorientación,
- depresión, que puede ser debida a otra enfermedad subyacente,
- reacciones paradójicas (aparición de reacciones contrarias a las esperadas por la acción del fármaco):
excitabilidad, irritabilidad, conducta agresiva, agitación, nerviosismo, hostilidad, ansiedad, trastornos del sueño, pesadillas,
- depresión respiratoria, sobre todo si el clonazepam se administra por vía intravenosa. El riesgo de
depresión respiratoria es mayor en pacientes con obstrucción de las vías respiratorias o daño cerebral previo, así como cuando se administran a la vez otros fármacos depresores del centro respiratorio. Por lo general, este efecto puede evitarse mediante un cuidadoso ajuste individual de la dosis.
- Hiperproducción salival y secreciones bronquiales en lactantes y niños pequeños,
- aumento del riesgo de caídas y fracturas en pacientes ancianos.
Se sabe que la utilización de benzodiazepinas puede producir amnesia anterógrada (dificultad para recordar hechos recientes) y el riesgo de esta reacción adversa aumenta conforme lo hace la dosis. Por otra parte el uso de benzodiazepinas puede conducir a una dependencia, principalmente cuando se toma el medicamento de forma ininterrumpida durante largo tiempo. Para prevenir al máximo este riesgo deben tenerse en cuenta estas precauciones:
.
• La toma de benzodiazepinas se hará sólo bajo prescripción médica (nunca porque hayan dado resultado en otros pacientes) y nunca aconsejarlas a otras personas.
• No aumentar, en absoluto, las dosis prescritas por el médico, ni prolongar el tratamiento más tiempo del recomendado.
• Consultar al médico regularmente para que decida si debe continuarse el tratamiento.
Al cesar la administración puede aparecer inquietud, ansiedad, insomnio, falta de concentración, dolor de cabeza y sudores. No se recomienda, en general, interrumpir bruscamente la medicación sino reducir gradualmente la dosis, de acuerdo siempre con las instrucciones del médico.
Fuente: prospecto del medicamento proporcionado por el centro de información de medicamentos de la AEMPS.