Como todos los medicamentos, paroxetina puede tener efectos secundarios, aunque no todas las personas los sufran.
Algunos pacientes pueden experimentar estos efectos durante el tratamiento o al interrumpirlo.
Posibles efectos secundarios durante el tratamiento
Algunas personas pueden ser alérgicas a algunos medicamentos, aunque ocurren en muy raras ocasiones (menos de 1 persona de cada 10.000). Si usted experimenta alguno de los siguientes síntomas tomando paroxetina, comuníqueselo a su médico inmediatamente o diríjase al hospital más cercano:
− hinchazón de la cara, párpados, labios, boca o lengua,
− erupciones cutáneas o urticaria (picor en la piel) en cualquier parte del cuerpo,
− dificultad al respirar o tragar.
Si se observa cualquier efecto adverso descrito a continuación, que pueda o no estar relacionada con paroxetina, consulte a su médico o farmacéutico.
Los efectos secundarios que pueden aparecer de forma muy frecuente (más de 1 persona de cada 10) tomando paroxetina son:
− náuseas,(este efecto puede reducirse tomando su medicación por la mañana después del desayuno),
− disfunción sexual (falta de orgasmo, y en los hombres erección y eyaculación anormal).
Los siguientes efectos secundarios pueden ser frecuentes (más de 1 persona de cada 100 y menos de 1 persona de cada 10):
− disminución del apetito,
− insomnio (falta de sueño) o somnolencia,
− mareo, temblor,
− agitación,
− visión borrosa,
− bostezo,
− sequedad de boca, diarrea, estreñimiento,
− sudoración, debilidad,
− ganancia de peso.
Los efectos secundarios que pueden aparecer de forma poco frecuente (más de 1 persona de cada 1.000 y menos de 1 persona de cada 100) durante el tratamiento con paroxetina incluyen:
− equimosis (coloración violácea que se produce por acumulo de sangre debajo de la piel), sangrado de
mucosas,
− confusión,
− alucinaciones,
− efectos extrapiramidales (trastornos del movimiento y la coordinación),
− taquicardia sinusal (alteración del ritmo del corazón),
− aumentos o disminuciones transitorios en la tensión arterial, generalmente en pacientes con tensión alta o ansiedad,
− erupciones cutáneas (manchas en la piel), picores en la piel,
− retención urinaria.
Los efectos secundarios que pueden aparecer de forma rara (más de 1 persona de cada 10.000 y menos de 1 persona de cada 1.000) durante el tratamiento con paroxetina incluyen:
− hiponatremia (disminución de la cantidad de sodio en la sangre), especialmente en personas mayores,
que puede dar lugar a síntomas como debilidad y somnolencia (sensación de sueño),
− convulsiones,
− reacciones maniacas (de euforia),
− ansiedad,
− ataques de pánico,
− pérdida de personalidad,
− ataques de pánico,
− bradicardia (disminución del ritmo del corazón),
− aumento de las enzimas del hígado,
− galactorrea (secreción abundante o excesiva de leche materna),
− movimientos involuntarios del cuerpo incluyendo la cara,
− dolor muscular y de las articulaciones,
− sensación de inquietud y necesidad de moverse denominada acatisia (incapacidad para permanecer sentado, necesidad de pasear de un lado a otro, de alternar el apoyo de un pie a otro).
Los efectos secundarios que pueden aparecer de forma muy rara (menos de 1 persona de cada 10.000) son:
− síndrome serotoninérgico; los síntomas pueden incluir agitación, confusión, diaforesis (sudoración anormal), alucinaciones, hiperreflexia (aumento en la respuesta de los reflejos), mioclonía (movimientos involuntarios), escalofríos, taquicardia y temblor,
− efectos en el hígado tales como hepatitis (inflamación del hígado), algunas veces relacionados con ictericia (coloración amarillenta de piel y mucosas) y/o insuficiencia hepática,
− fotosensibilidad (sensibilidad a la luz solar),
− síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIHAD) (una hormona cuyo exceso puede producir retención de líquidos y agua, dando lugar a cansancio, debilidad o confusión),
− glaucoma agudo (tensión alta en el interior del ojo),
− edema periférico (retención de líquidos en las extremidades),
− sangrado de la mucosa del estómago,
− trombocitopenia (disminución de la cantidad de plaquetas en sangre),
− priapismo (erección anormal y prolongada del pene).
Posibles efectos adversos al interrumpir el tratamiento
Estudios realizados muestran que 3 de cada 10 personas han notificado tener síntomas al interrumpir el tratamiento con paroxetina, frente a 2 de cada 10 pacientes al interrumpir el tratamiento con placebo. Es
más probable que estos síntomas aparezcan si ha tomado paroxetina durante mucho tiempo, está en una etapa de incremento de dosis o si se disminuye la dosis muy rápidamente. En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen por sí solos a las dos semanas.
Al interrumpir el tratamiento con paroxetina, su médico le indicará que lo haga de forma gradual, de esta forma se reducirá la posibilidad de tener efectos adversos. Consulte a su médico si experimenta efectos
adversos graves al interrumpir el tratamiento con paroxetina, puede que su médico le recomiende continuar con su tratamiento y reducirlo posteriormente de una forma más lenta. Si usted experimenta
algún efecto adverso, no significa que no vaya a poder interrumpir su tratamiento.
Entre los efectos secundarios que pueden aparecer más frecuentemente al interrumpir el tratamiento de son:
− mareo, inestabilidad,
− alteraciones sensitivas, incluyendo sensación de pinchazos, quemazón y, con menos frecuencia,
sensaciones de tipo electroshock (incluso en la cabeza),
− alteraciones del sueño (incluyendo sueños muy vividos, pesadillas, insomnio),
− ansiedad,
− dolor de cabeza.
Entre los efectos adversos que pueden aparecer con menos frecuencia al interrumpir el tratamiento son:
− náuseas,
− sudoración (incluyendo sudoración nocturna),
− agitación,
− temblor,
− confusión,
− inestabilidad emocional,
− alteraciones visuales,
− palpitaciones,
− diarrea,
− irritabilidad.
Los efectos secundarios que con mayor frecuencia se pueden observar en niños y adolescentes menores de
18 años son:
− disminución del apetito,
− temblor (estremecimiento incontrolable),
− sudoración anormal,
− hiperactividad,
− comportamiento hostil/poco amistoso (principalmente en niños menores de 12 años con obsesiones y trastornos compulsivos),
− agitación,
− emociones inestables incluyendo lloro, cambios de humor, intento de autolesionarse, pensamientos e intentos de suicidio (ocurrieron principalmente en estudios en adolescentes con depresión mayor).
Los efectos secundarios adicionales que se observan de forma frecuente en niños y adolescentes menores de 18 años que interrumpen el tratamiento con paroxetina, son: emociones inestables (incluyendo lloro,
cambios de humor, intento de autolesionarse, pensamientos e intentos de suicidio), dolor abdominal y nerviosismo.
Si alguno de estos síntomas empieza a ser molesto o empeora, comuníqueselo a su médico.
Si nota efectos secundarios no mencionados en este prospecto o si sufre alguno de los efectos secundarios descritos de forma grave, comuníqueselo a su médico o farmacéutico.
Fuente: prospecto del medicamento proporcionado por el centro de información de medicamentos de la AEMPS.