Hola Grape. Yo también creo que mas tarde o mas temprano tendrás que integrarte en la sociedad, pues el dinero no llueve del cielo, las nubes no son de algodón de azúcar, y aun encontrándote un maletín lleno de dinero en la calle lo suyo sería que lo devolvieses.
Lo que te ha dicho tu padre la verdad es que está fuera de lugar, es vergonzoso hablar así a un hijo o a cualquier otra persona, pero así con todo puedes intentar hacer un esfuerzo y empatizar con él; lo más probable es que él desee lo mejor para ti, aunque desgraciadamente muchas veces lo que uno desea y lo que manifiesta no se corresponde en absoluto.
Lo cierto es que por suerte o por desgracia la sociedad está estructurada de tal manera que no queda otra que trabajar, así que lo mejor es asumirlo y, ya que te pones, intentar ocupar tu tiempo de trabajo en algo que no te haga sentirte vacío, o que te provoque dos hernias discales de aquí a diez años porque requiera de un gran esfuerzo físico. Con 25 años tienes toda la vida por delante, te lo habrán dicho muchas veces, y te lo repito yo, porque es así. Ahora puedes trabajar en diferentes sectores si te lo propones, y encontrar algo donde puedas obtener satisfacción. Tú sabrás qué se te puede dar mejor o peor, seguro que hay algo en lo que destaques. Pero tampoco te duermas en los laureles, porque el ámbito laboral cada vez está más especializado, y ser bueno en algo lleva su tiempo.
Afortunadamente yo tengo trabajo, y si te sirve de algo, mi faro, mi motivación, para hacerme con un puesto laboral, siempre fue “ser independiente económicamente”. No se trata de tener ambición por el dinero ni nada de eso, sino más bien de subsistir en esta sociedad sin tener que depender de nadie, que en la mayor parte de los casos será algún miembro de tu familia. En mi caso, tener un trabajo me ha permitido, entre otras cosas, salir de casa de mis padres (qué alivio, qué sensación más maravillosa, hasta que no la sientes no sabes lo que te has perdido, jaja), curtirme, tener un mayor control sobre mi vida personal, concentrarme más en mis cosas, poder dar más a los necesitados, conocer gente nueva, etc.
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