Cita:
Iniciado por clapsic
Cita:
Iniciado por Almona
PD: Clapsic que te parece lo que comento acerca de mí.???
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Lo que me parece de tus comentarios sobre tí (no me ciño ahora a los de la sertralina), es que ya deberían haber comenzado a tornarse en positivos..., y por mis santos cojones que si no fuera por la distancia me habría encargado yo mismo de conseguirlo.
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Lo cierto es que he aprendido de la complejidad de un trastorno mental, y que aquello que se consigue en un período corto de tiempo (un año) para mal; que aquello que se descoloca en nuestra cabeza hasta conseguir hundirnos en la enfermedad mental con todos sus síntomas y sufrires, se puede construir (descolocar) muy rapidamente dentro nuestro, pero puede necesitar de mucho tiempo para volver a colocarse en su sitio, y conseguir la anhelada normalidad.
Decía Dante algo como que aquellos que para aquellos que han traspasada ciertas puertas nada vuelve a ser igual. Con esto quiero decir que se me hace muy difícil volver a llevar una vida "normal" (con la complejidad que atañe el termino normal) después de haber vivido ciertos infiernos mentales. Los síntomas más extremos han ido disminuyendo con el tiempo (años), y ahora vuelvo a ser capaz pasear por las calles, de ir a comprar, de hablar con un vecino, etc. Con la ayuda farmacológica y psicológica se ha conseguido detener lo más visible y doloroso del trastorno, y así parar el sufrimiento extremo.
Pero como digo que decía Dante, nada puede volver a ser igual que antes. Puede porque el tiempo es líneal para las humanos, y nunca vuelva a ser el de antes. Y puede porqué tras mi infierno mental, he conseguido lo que la enfermedad perseguía: destruir mi persona.
La destrucción no significa la destrucción física (por suerte), pero de la misma manera que un sociopata culpa a los que le rodean de sus males, un neurótico se culpa a si mísmo de los síntomas que le hacen sufrir; y así empieza un largo camino de autodestrucción hasta quedar como un lienzo otra vez en blanco que se debe de volver a pintar nuevamente si deseamos ver algo en él.
A veces pienso que el poder de destrucción es mayor si la capacidad intelectual del que lo sufre (el proceso) es mayor también; así que una persona con alto poder intelectual puede llegar a destrurise de manera más compleja y sofisticada que otro con una capacidad más reducida. Del mismo modo que es más difícil de controlar la mente de un psicótico con alto poder intelectual, también puede llegar a ser más compleja la curación de un neurótico con alto poder intelectual; pues su proceso enfermizo ha sido sin duda más complejo.
El vacio existencial puede llegar a ser enorme para alguien que se plantea la mayor parte de las cosas que le rodean, y que se plantea mayoritariamente lo que él mismo siente. Lógicamente la medicación esto no lo cura ni arregla...
Podriamos decir que soy de aquellos pacientes con lo que llaman "resistencia a la curación", pues mi mente me empuja más hacia la enfermedad que hacía la curación, me empuja más hacia aquello que conozco (el dolor mental y físico) que hacia la otra parte que también conozco (la compañia, la risa, la diversión, la felicidad). El conocer perfectamente las dos caras de la moneda que es la vida, hace que me me resista a volver a vivir la cara buena, pues conozco bien también el lado oscuro de ella.
Lo que más me aturde sin lugar a dudas es poder volver a encontrar el "sentido", es decir el sentido al esfuerzo, al dolor, a la risa, a la felicidad, a la tristeza, etc... El saber reconocer que la vida lleva implicito el sentir sensaciones varias (es inaludible tanto el sufrimiento como el placer), pero uno debe de desear sentir esas sensaciones para tenerlas, sino siempre estará enfermo al no saber tratarlas y verlas siempre como parte negativa de su persona.
Es necesario querer vivir para vivir, es necesario querer sentir para sentir, es necesario aceptar que hay pasado pero que este no vuelve, y que solo hay futuro si uno lo quiere. Que se desgasta el presente pensando en porque no vuelve (el pasado), y como será aquello que nunca sucederá (el futuro imaginario).
Te devuelvo el abrazo de oso