Les dejo la segunda parte de los mandamientos para los escrupulosos para quien lo desee, saludos y bendiciones
PARTE 2 DE 3
Diez mandamientos
Para la escrupulosidad basada en el TOC
Padre Thomas M. Santa, CSsR
En esta segunda entrega de tres, propongo tres mandamientos más para ayudarnos a entender los escrúpulos como una manifestación religiosa específica del trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
La comprensión de esta lucha cotidiana no hará que todo mejore automáticamente, pero nos proveerá de un punto de partida para su percepción y entendimiento.
4- Cuarto mandamiento
Resiste la urgencia de apegarte a comportamientos ritualistas.
Los comportamientos ritualistas –repetir una palabra hasta que desaparece un pensamiento distractivo, revisar una puerta que está cerrada cinco veces consecutivas, o dar un pequeño paso a la vez en la fila para comulgar- pueden enmascarar el miedo, pero no suprimen su causa. Pueden producir una falsa sensación de confianza o control, pero en realidad el comportamiento ritualista, aunque engañosamente produzca alivio, le quita a la vida (no le provee de) equilibrio.
A menudo cuando dedicamos toda nuestra energía y enfoque a un ritual, nos desconectamos del ritmo de vida normal y nos auto aislamos para tener la libertad de realizar el ritual cada vez que creemos que debemos hacerlo. Por ejemplo, una persona que intenta dar pequeños pasos en la fila para comulgar para mantener su atención enfocada en el sacramento puede volverse agitada o irritada cuando un ayudante la invita a pasar a una fila que se mueve más rápido. Si esto ocurre una vez, no representa un gran problema. Pero si ocurre repetidamente, el sacerdote, el ministro de la Eucaristía y los ayudantes pronto aprenden a dirigir el tráfico alrededor de la persona apegada al ritual, quien pronto gana una reputación por estar un poco fuera de lugar o incluso loca. Esto lleva al aislamiento ya que todo el mundo trata de evitar la confrontación.
Aun cuando no lo entienden, nuestras familias y otras personas significativas aprenden los requisitos del comportamiento ritualista. Por ejemplo, las personas que revisan la cerradura de la puerta cinco veces antes de subir al auto pueden retrasar a los demás; por lo que la familia aprende a evitar la confrontación optando por salir mucho más temprano de lo necesario o por no salir. Las personas que de manera ritualista repiten palabras para evitar distracciones o pensamientos ofensivos se ven cada vez menos conectadas en las conversaciones y en la comunicación normal.
5- Quinto mandamiento
No tengas miedo de tus sentimientos, los sentimientos no son pecaminosos.
Los seres humanos son bendecidos por Dios con la capacidad de ver, oír, oler, pensar y expresar emociones. Somos capaces de expresar irritación, enojo, placer, felicidad y tristeza –todo un abanico de emociones- en un periodo de tiempo muy corto. También somos capaces de experimentar sentimientos que pueden ser percibidos como dramáticos o identificados como apropiados o inapropiados, dependiendo de las circunstancias. Cuando gritamos “¡Quítate de ahí! Cuando alguien está a punto de ser derribado, podemos encontrarnos sin aliento, con el corazón acelerado y las palmas sudorosas debido a la intensidad de la situación. Pocas personas considerarían esto un pecado, pero podemos experimentar los mismos síntomas cuando nos encontramos con una celebridad o con alguien que nos resulta físicamente atractivo.
Cuando esos síntomas indican atracción, ¿están indicando algún nivel de pecaminosidad? No. El corazón acelerado, las palmas sudorosas y la respiración entrecortada indican excitación, lo cual es un sentimiento perfectamente normal y aceptable –es una manifestación de como Dios nos ha creado.
Cuando las personas escrupulosas desconfían de sus sentimientos y tienen una elevada necesidad de permanecer en control, pueden desarrollar alexitimia. En esta condición extrema, una persona está tan pendiente de controlar sus sentimientos y la forma de expresarse que no es consciente en absoluto de sus verdaderos sentimientos. Su consciencia dominante no radica en el sentimiento mismo, sino en la necesidad de evitar, controlar o disciplinar el sentimiento. Las personas con alexitimia necesitan tratamiento médico inmediato.
6- Sexto mandamiento
No tengas miedo de tu sexualidad
La sexualidad y los sentimientos sexuales son dones de Dios. Éstos nos son pecaminosos. No es pecado tener rutinariamente un pensamiento sexual. La sexualidad y los sentimientos sexuales son muy poderosos, y en ciertos momentos parecen estar presentes todo el tiempo, incluso ser predominantes. No obstante, habiendo dicho esto, los sentimientos sexuales son normales en los seres humanos. Dios tiene la intención de que seamos atraídos por otras personas en una forma sexual.
Mientras vamos pasando de la adolescencia a la adultez, cada uno de nosotros aprende que él o ella son de tal manera como es una persona sexual. Poco a poco aprendemos que la expresión sexual incluye actividades que son primeramente 1) procreativas, 2) relacionales, y 3) recreacionales. La sexualidad sana y la expresión sexual integran al menos estas tres funciones específicas. Muchos profesionales de la salud mental y cuidadores de enfermos ven a las personas que se centran totalmente en sólo un aspecto de su sexualidad como inmaduras y como personas que tienen el potencial de desarrollar un comportamiento anormal. Todos los hombres y mujeres – escrupulosos o no - somos invitados por Dios a crecer en madurez cada día, incluso a desarrollar, celebrar, e integrar nuestra sexualidad.