Bueno, vamos a hacer una cosa. Ésta noche haz la panga esa de los cojones a la plancha y le dás un pequeño trozo al gato, que vendría a ejercer la función de tu catador personal.
Si mañana cuando te levantes, el gato se ha convertido en un gremlin, es que el pescado contiene algún metal pesado o alguna suerte de residuo radiactivo.
En éste caso, procura no mojar al minino ni exponerlo al sol de forma directa.
Si el pequeño felino está tan pancho, a hincarle el diente a la panga, que la cosa está muy malita y tampoco es cuestión de andar con remilgues.