tiempo de tregua ha vuelto a asaltarme la ansiedad. Los pensamientos cada vez son más sombríos. No estoy especialmente triste, si tengo una gran ira en mi pequeño cuerpo y una gran desazón. Hoy estoy algo mejor, pero ahí tengo a la fiera luchando por salir y yo luchando siempre por tenerla encerrada.
Sólo el silencio y la quietud me calman, que difícil es mantenerse en silencio, al menos para mí.
Desde aquí quiero agradecer a mi pareja su entrega, todo el amor que vuelca en mi, su paciencia y su generosidad al cuidarme.