Cuando te desprecias, puedes hacerlo de diversas maneras. Todas estas formas de autodesprecio implican que te evalúas globalmente de manera negativa y peyorativa.
"No soy bueno". Aquí te juzgas negativamente en la esfera moral. Este juicio de valor es característico en el sentimiento de culpa.
"No valgo". Aquí juzgas que no tienes valor para ti ni para los demás. Esta forma de juzgar se encuentra en los casos de depresión y ansiedad.
"No agrado a nadie". En este caso juzgas que no eres atractivo para los demás. Es típica de muchos problemas emocionales, como la depresión, ansiedad, ira y celos insanos.
"Soy insignificante". Consideras que tienes poca o ninguna importancia, mientras ves a los demás como mucho más importantes. Típico en los casos de vergüenza y falta de seguridad en uno mismo.
"Estoy lleno de defectos". Aquí crees que hay algo básicamente mal en tu persona. Esta forma de juicio se encuentra a menudo en la vergüenza.
"Soy repulsivo.". En este caso piensas que eres horrible para ti y para los demás, y eso suele estar relacionado con algún aspecto de tu apariencia física. Suele verse en los casos de vergüenza.
"Soy un inútil.". Aquí te ves como carente de utilidad para el mundo. Se suele encontrar en la depresión.
"Soy estúpido". Tiendes a juzgarte a ti mismo en base a tu incompetencia o tu comportamiento derrotista. Esta forma de juicio es típica de la ira insana hacia uno mismo.
"Soy inferior". Aquí te juzgas a ti mismo en relación a los demás y te ves por debajo de ellos en esa comparación. Esta forma de juicio suele encontrarse en los casos de envidia insana, vergüenza, ansiedad y depresión.
"Doy pena". En este caso te evalúas así por tener una debilidad inaceptable o por actuar con debilidad. Esta clase de juicio se encuentra especialmente en la vergüenza y en la ira insana hacia uno mismo.
Habiendo descrito estas formas claras de autodesprecio, debería aclarar también que ese sentimiento puede adoptar formas más sutiles. Por ejemplo, a la vez que es posible que consideres que no vales por no conseguir una meta importante, puede que consideres que vales menos que si la hubieras conseguido. Otra forma sutil de desprecio es pensar que has fracasado y crees que no mereces tener suerte.
Extraído del libro "Acéptate a ti mismo" del Dr. Windy Dryden. Psicoterapeuta y orientación psicológica durante más de 25 años.