Hola Diskant, me encanta tu analogia. Recuerdo perfectamente cuando yo necesitaba crear en la cabeza miles de estrategias antes de entrar en una batalla, miles para que si una estrategia me falla tener preparada otra diferente. Yo he sido general de mis ejercitos y estratega super cualificado, como todos los fóbicos lo son, de teoria sabemos un monton, mas que nadie de los que pelean en la vida real, porque nuestro miedo nos ha exigido un desarrollo mental que bien dicho está llamarlo inteligencia. Lo cierto es que estamos tan preparados que cuando te atreves por fin a avanzar en territorio enemigo, puedes resultar imparable. Sin embargo las primeras batallas siempre se pierden, porque aunque la inteligencia es un gran aliado, el miedo es todavia grande y te obliga a ser demasiado prudente y comedido. Siguiendo con la analogia, el enemigo aunque es algo mas tonto, es mas rapido y espontaneo y gana en velocidad, y aparte él no teme perder y ahí reside su mayor fuerza pues nunca tira la toalla. En mi experiencia, la lucha necesita primero que yo venza mi propio miedo, y segundo tolerar la frustracion a perder batallas, porque solo batallando, aunque pierdas muchas, se desarrolla fortaleza.
Aristarko, me gustan todas tus reflexiones, muchas tambien me las hize yo. Preguntas por qué tenemos miedo a pesar de estar sobradamente preparados, tener las capacidades, etc. Y por qué otras personas no tienen miedo. Por qué unos se reprimen mas que otros… Según yo lo entiendo el miedo es una estrategia de la mente para huir de uno mismo, por creerse uno mismo que no es válido, que es inutil (uno puede ser no muy consciente de estos sentimientos hacia si mismo), entonces antes de uno descubrir esas verdades dolorosas genera como defensa el miedo, miedo a verse a si mismo, y se dedica a vivir como paralizado. Esto como dices en tu eslogan y tan bien lo explica Osho, es un sueño, es literalmente ficción, una idea errónea, pero solo puedes descubrir que asi es entrando en batalla y sorprendiendote poco a poco de lo cualificado que realmente estás. Puede parecer paradójico, porque lo es, la mente nos engaña, nos hace creer inferiores a los demás, pero la verdad es que podriamos ser maestros de los demás, lo que hace falta es experimentar, para poder hablar de cosas tangibles, y no de cosas abstractas que la mayoria no entiende.
Un saludo a todos.
