Hola de nuevo. Os voy a contar un caso que me ha ocurrido hace unos años, rozando los 35, o sea, que ya no era un niño. Pues fue un descubrimiento de mí mismo en el momento más inoportuno y una vez que me ha pasado he cogido miedo a tener fobias que yo desconozco que las pueda tener. El "conócete a ti mismo" que decía Sócrates no es tan fácil. Bueno, resulta que yo desconocía que tenía vértigo, no es que fuera un imprudente de las alturas, pero nunca me había asustado estar en un mirador o en un rascacielos. Pues una vez me ocurrió que estando con mi pareja visitando un pueblo abandonado en la provincia de León, se nos ocurrió subir a la espadaña de la iglesia por unas escaleras de piedra exteriores. Subimos muy bien, haciendo bromas y sin ningún problema. Al llegar arriba vi las escaleras por las que había subido y me percaté de que no tenía barandilla ni pasamanos y la altura me pareció terrible. Me empecé a marear, me agarré a la campana y los pies dejaron de responderme. Parecía que me habían clavado los zapatos al suelo, era incapaz de dar un paso. Me puse de todos los colores, vomité, el mundo me daba vueltas y yo seguía agarrado a la campana, mi tabla de salvación de la cual no me soltaba. Mi pareja sin saber qué hacer, y yo sólo pedía que llamara un helicóptero para salir de allí o que me dejara morir en el sitio. Aquel ataque de vértigo que sufrí, no soy capaz de explicarlo con palabras, sólo de recordarlo ya me mareo.
¿Cómo acabó la historia?. Bueno, pues con una gran dosis de paciencia y psicología de mi compañera, que también lo pasó mal, pues no tenía forma de pedir ayuda. Me tumbó en el suelo, así estuve unos minutos, después me sentó, ella se sentó delante de mí, puse mis manos sobre sus hombros, y a saltitos nos fuimos acercando a la escalera, yo con los ojos cerrados. Bajamos sentados peldaño a peldaño, y cuando abrí los ojos ya estaba en el suelo, medio muerto, pero vivo.
Yo desconocía que tenía vértigo, y esto me ha hecho pensar de cuántas fobias pueda tener y que están ocultas en mi subconsciente y en qué momento pueden brotar. Me ha creado una nueva fobia social: La inseguridad.
De mi anterior post, Pánico al dolor físico, que tan poco éxito tuvo, quisiera darle las gracias a Nenuhar por haberme comprendido y aprovecho para darle ánimos y una pronta recuperación.