Es difícil tener un padecimiento, pero hay que aprender a aceptarlo para poder seguir adelante. En mi caso, he aprendido a vivir con mis depresiones; claro me ayudo a estar un poco mejor con un medicamento, que también modera un poco la angustia; pero el verdadero secreto está en la voluntad.
Si quieres inspiración, mira a las personas lisiadas que alguna vez pudieron correr y ahora se encuentra en una silla de ruedas; se encuentran dos grupos: los que se autodestruyen y los que continúan a pesar de todo; son admirables aquellos que se esfuerzan y terminan sus estudios, hacen deporte, o participan en competencias. Todo un aliciente para nosotros.
Saludos