Odio enamorarme. Mientras para algunos es una bendición, un sentimiento de gozo y plena dicha, para mí siempre es una tortura (y digo siempre porque nunca me enamoré gozando por ello). Actualmente me está tratando un psiquiatra por extremos cambios emocionales, presumiblemente trastorno bipolar, aunque aún no me ha hecho un diagnóstico preciso. Bueno, mi problema es que suelo obsesionarme al extremo con las chicas de las que me enamoro, al grado que pensar en ellas a cada momento se vuelve traumático y no me deja vivir. No miento ni exagero cuando digo que enamorarme es para mí lo que para otros es perder a un ser amado o vivir un evento traumático en el que casi se pierde la vida. Le tengo terror a enamorarme, y por ello yo mismo le rehuyo a las mujeres. Deben saber que, si bien no soy un galán de Hollywood, tengo el suficiente atractivo físico y la capacidad intelectual para tener una buena pareja. Pero no tengo la más mínima capacidad emocional para soportar un enamoramiento, por eso no tengo pareja. Lo raro es que, al poco tiempo de enamorarme, mis obsesiones se vuelven independientes de la chica de la cual me enamoré. En alguna ocasión he llegado a la conclusión de que esa chica ni siquiera es mi tipo, ni me gusta, ni deseo que sea mi pareja, pero no puedo evitar obsesionarme con los detalles de su vida. Entonces lo que hago es apartarme de ella para que la obsesión pase sola. Y sí, sí pasa, y cada vez he aprendido a olvidarme más rápido de una chica, pero cada vez más pronto me vuelvo a obsesionar con otra, así que es cuento de nunca acabar.
Bien, esto es lo que más me obsesiona cuando me enamoro:
a)
La experiencia sexual que haya tenido ella, y he de decir que aunque soy bastante liberal, no puedo soportar que una mujer que me obsesiona haya tenido contacto con otros hombres. Creo que es una estupidez moralista que un hombre le pida a una mujer que sea virgen, ¡pero es precisamente lo que más terror me da, que no sea virgen!
b)
No soporto saber que tiene inclinaciones bisexuales, y me da terror pensar que las tiene y me las oculte. Pero otra vez, creo que es una estupidez juzgar a una mujer por sus preferencias... ¡aunque yo no puedo dejar de hacerlo (ojo, sólo cuando me enamoro)!
c)
Que ella haya sufrido o vivido cosas que yo no sufrí o viví me hace idealizarla hasta un grado insoportable, con una mezcla bastante rara de envidia pero a la vez compasión, y extrañamente quisiera yo haber vivido todas esas amargas experiencias que ella vivió para estar a su altura. A tal grado ha llegado esta locura, que una vez quise que alguno de mis padres o mis hermanos muriera para sentirme a la altura de una chica huérfana. Evidentemente, cuando superé ese enamoramiento me dije: ¡pero qué rayos estaba pensando!
d)
No soporto que una chica que me obsesiona viva sola. Mucho menos si es menor que yo. La sóla idea de que es independiente me pone bastante mal. No puedo explicar porqué, simplemente es algo que me tortura y me deprime de manera horrible. No soy tonto, y ya sé lo que están pensando, de fondo hay bastante inseguridad y falta de autoestima de mi parte. Puede ser...
e)
Que use o haya usado drogas. Tengo amigos y amigas que las usan y no los juzgo. Yo mismo llegué a probar la marihuana en dos ocasiones. Aún así, preferiría una chica que no fuera actualmente consumidora. El problema es que me obsesiona saber que en el pasado las haya probado, aún cuando actualmente no lo haga. Pero ojo, eso no me da una razón para despreciarla, sino para sentirme mal por el hecho de que yo no soy consumidor y por ello me siento inferior a ella. ¿Se va notando por dónde va el asunto?
f)
Aquí caben detalles varios y aún más insólitos que en ocasiones me llegan a obsesionar. Algunos bastante extraños, por ejemplo, a veces imagino que ella está respirando... ¡y eso me obsesiona! Como si cada respiro de ella me robara a mí el aliento. A veces, por ejemplo, una sonrisa, un coqueteo que ella me haga, supone para mí un evento traumático... ¿y no se supone que son cosas que debería disfrutar? A veces no soporto pensar que, en donde quiera que esté, está contenta. A veces es lo contrario, no soporto pensar que pudiera estar sufriendo. A veces el simple hecho de pensar que ella está viva, que existe, que tiene un cuerpo, me pone tan mal y me obsesiona tanto que mi vida ya no es nada comparada con la de ella, como si yo dejara de vivir, de existir y de tener mi propio cuerpo. Como si no soportara que ella fuera ella. ¿No es bastante extraño?
Mi mecanismo de defensa ante este sufrimiento es autoelogiarme, tratar de sentirme arrogante y elevar mi ego, pero nunca funciona y es igual de desgastante, porque me la paso buscándome y hasta inventándome virtudes con tal de sentirme superior a ella y termino por concluir que, aunque sí tengo muchas virtudes y talentos, éstos no tienen ninguna importancia. El peor defecto de ella me parece más importante que mi mejor virtud, así de grave es el asunto. Y miren que no me considero tonto, ni ignorante, y tengo uno que otro talento que me debiera enorgullecer.
Debo decir, desde luego, que estoy plenamente conciente que estas cosas no me deberían importar, y en realidad no "pienso" que me importen pero "siento" que me importan. ¿Me explico? Es decir, ¿qué de malo tiene que una mujer viva sola y sea independiente? Nada, lo sé, pero no puede dejar de importarme por alguna extraña razón. Yo tengo 27 años y actualmente vivo con mis padres. A veces siento que debería irme de la casa. Ya tengo los recursos para irme a vivir solo; de hecho ya les he comentado mis planes y tengo su apoyo, pero no lo he hecho ya que quiero irme porque "así lo deseo" y no porque le tenga qué demostrar a una mujer que soy independiente. Es decir, no quiero que esta decisión dependa de lo que piensen los demás, es por eso que me estoy esperando todavía un poco. Actualmente estoy obsesionando con una chica que vive sola: ¡y me dan tantas ganas de irme ya de mi casa para estar a su altura! Lo peor es que la chica tiene 18 años y siento como si me llevara toda una vida de ventaja.... ¡y eso me pone tan mal y me hace sentir tan patético y anciano!
Por lo anterior creo que esto que me pasa es una obsesión patológica y no un simple prejuicio moralista o machista, porque no puedo dejar de pensar en ello aunque yo sepa que es absurdo. Ojo, esto sólo me pasa con mujeres de las que me enamoro, porque si una chica sólo me gusta para tener sexo, no me importa si ha tenido bastante experiencia sexual, si ha sufrido, si es independiente o no, si se droga, etc. Es decir, cuando no estoy enamorado de ellas no las juzgo. Pero estar enamorado me cambia el panorama de manera aberrante, y comienzo a tener pensamientos incómodos que no me dejan vivir. Quisiera que esos pensamientos no me asaltaran más y me dejaran tranquilo de una vez por todas. No quiero una novia virgen, dependiente y sumisa, lo que quiero es que esas cosas me dejen de importar. Quisiera enamorarme y no sentirme obsesionado, aceptar a esa mujer tal cual es sin que ello me suponga una tortura mental. Pero no puedo, no porque sea prejuicioso o moralista, sino simplemente porque es como si esos pensamientos fueran demonios malvados que no me dejan concentrarme en lo que es verdaderamente importante en la vida.
Yo sé que superar todo esto depende de mí y de mi terapeuta, pero me inscribí a este foro porque me encantaría saber que no soy el único con estas extrañas obsesiones. Si alguien pasa por algo parecido, me sentiré bastante bien al leer lo que tenga qué decirme y que podamos compartir experiencias.
Consejos, opiniones, experiencias personales, todo es bienvenido.