Yo vivo con mi marido y mi hijo, la gente diría que soy independiente; pero no lo soy. Cuando estoy sola en un café, me siento mal. Cuando voy a una reunión de padres, y voy sola, me siento mal. En las comidas sociales de empresa, si no tengo a alguien de confianza al lado, me siento marginada. Dependo demasiado de alguien que esté a mi lado y me dé confianza. Y creo que es por la sobreprotección que me dió mi madre, que me decía constantemente que tuviera cuidado con esto y con lo otro, con los chicos, con la ropa que llevo para no pasar frio, con la gente que salgo, con el novio que tenía cuando era una adolescente, etc. Y ahora me siento insegura si no tengo a alguien al lado que me proteja. Bueno, los padres siempre dejan huella. Hay que vivir, y vivir a pesar de todo, sin miedo.
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