La gente puede llegar a ser extraordinariamente cruel, a veces por insensibilidad o por auténtica mala fe, pero muchas más por pura inconsciencia. Los gestos, las miradas de la gente no tienen casi nunca un único significado. Ojalá tuviéramos un diccionario para saber lo que quieren decir cada vez que nos miran o nos hablan. Pero no es así, hay decenas de interpretaciones, a veces ni nosotros mismos sabemos por qué decimos o hacemos determinadas cosas. Dónde nos equivocamos es en escoger, de todos los sentidos posibles, el más negativo para nosotros. Quizá cuando te parece que te niegan un saludo simplemente es que están distraídos, que no te han oído (tenemos tendencia a hablar bajo y deprisa para acabar cuánto antes), que están pensando en un problema suyo que les preocupa... qué sé yo! Hay un montón de razones para ello. Y como dice Sito, una de ellas puede ser que nuestra propia actitud les desanime a hacerlo, que nuestro rostro deje entrever lo incómoda que nos resulta la situación. A menudo pienso que actuamos de manera contradictoria deseando con locura que se acerquen a nosotros, que nos presten atención, y al mismo tiempo hay algo incontrolable en nuestra cabeza que sólo desea huir, esconderse, que le dejen en paz. Esa tensión interior tiene que ser de alguna manera transparente para los demás.
No llevas ningún cartel colgado, Myrna, olvídate de eso. Lo único que hay es tu convencimiento de que los demás te ven como te ves tú misma. Y eso no es verdad, les estás transmitiendo la mala imagen que tienes de tí. Te estás haciendo mucho daño con estas ideas y, además, no llevan a ninguna parte porque no podemos controlar lo que piensan los demás, se nos escapará siempre. Lo único que podemos controlar es lo que pensamos nosotros. Ahí es donde tenemos la lucha de cada día y donde tenemos que ganar la partida. Por lo que he leído has tenido mucha mala suerte con tu familia, pero puedes mirarlo de este modo: en el fondo son dignos de lástima porque demuestran que no tienen la calidad humana para aprender a entenderte y a quererte, tendrían que avergonzarse de eso, tú eres mil veces mejor. Quiérete un poco más, que te lo mereces.