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Iniciado por Nihilista
En una sociedad moralmente civilizada este debate no existiría porque se tendría meridianamente claro quién es el dueño de cada vida, no otro que el propio individuo. Sin embargo, en este engendro decadente se pretende condenar vilmente a cualquier persona que no de vítores constantes a la existencia.
El Estado o la familia sustituyen a los viejos dioses y acaban quitando la mínima autonomía al sujeto. Es despreciable cómo se trata al que intenta suicidarse: se le ata, se le droga y, peor aún, se le adoctrina sobre su pésimo comportamiento tratándole tal incapaz mental. Cualquier reflexión filosófica queda al margen porque tenemos a una gavilla de supuestos sabiondos que estipulan lo adecuado para cada persona. Poco importa su opinión, su pensamiento, sus sentimientos, sus deseos. ¡Vivid malditos, vivid!
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Pienso igual. La vida debería ser un derecho y no una obligación. Sin esa libertad capital, el resto son un farsa.