Se que hace poco escribí un hilo en donde os contaba mis experiencias en torno a la fobia social, en como he ido avanzando con ella, superándola, en como me he hecho mas fuerte.
Ha algunos les gusto y a otros no tanto. La cuestión no es esa.
Ahora quiero hablar como mujer, necesito hablar como mujer.
La cuestión es que no seáis tontos y no hagáis lo que hice y seguiré haciendo yo. No os matéis a vosotros mismos.
Cuando la fobia social te consume, cuando la vida en si te consume, sientes vergüenza, desprecio ante ti misma, no eres más que una inútil incapacitada para sobrevivir.
Y ahí es cuando descubres la prioridad: Sobrevivir, tu instinto de supervivencia sale a la superficie con tal voracidad que te ciega impulsándote día a día, obsesionándote, golpeando tu debilidad con la ira y el dolor mas profundo que imaginéis sentir. Eres cruel contigo misma, te castigas por sentir debilidad…
Y con el tiempo los síntomas de la fobia social desaparecen, ese monstruo o ese infierno se va haciendo más pequeño y llevadero….pero aparece otro, otro monstruo igual de fuerte y desgarrador aunque diferente…
Es una opresión en el pecho muy distinta a la ansiedad, algo que te estrangula mientras estas deseando con todas tus fuerzas gritar y llorar…pero por tus ojos no sale ni una sola lagrima ni por tu boca un solo suspiro. Solo te sigues golpeando…
Vas superando el miedo, sí, pero acabas convirtiéndote en un monstruo incapaz de permitirse sentir que solo sonríe ante la adversidad y el riesgo de muerte.
Tengo 21 años y soy y seré incapaz de sonrojarme por una mirada, un beso o una caricia, incapaz de despertar junto a alguien sin odiarle por haberme tocado, incapaz de permitirme sentir por alguien. Y aunque no lo parezca, es algo muy triste. Muy, muy triste.
Hace no mucho no era así. Tenía miedo, estaba aterrorizada pero soñaba con que alguien me atravesara el alma, me cuidase y me protegiese para siempre…
Se que no era mas que un ideal de una niña y tal vez ahora simplemente me esté haciendo mayor, pero ¿y si hubiese sido posible?¿y si hubiese sido posible amar y que me amasen?
¿Tan trágico hubiese sido que me rompiesen el corazón? Desde luego no tanto como saber que nunca vas a poder amar ni permitir que te amen.
Solo quiero decir que bueno…yo ya no tengo oportunidad. Ya elegí en su día, y seguiré eligiendo el mismo camino, pero tal vez haya gente aquí que si que pueda. Chicas que aun puedan…y os prometo que en este mismo instante, solo en este instante os quiero a todas y daría mi vida para que vuestra sensibilidad, vosotras en sí, vuestra magia, vuestros sueños e ideales permaneciesen tan puros como los míos en su día. Porque al fin y al cabo ideales como ese son los que te nutren el alma.
Ojala y encontréis otra salida. Lo siento.