(Hilo
egocéntrico. Espero que nadie se pique.)
Nuestra incapacidad para caer bien a la gente es innata, invariable y universal. La vida nos brinda la ocasión de conocer a ciertas personas y, al mismo tiempo, de que esas personas nos conozcan a nosotros. Ellas nos caen bien (o no, según el caso), nosotros les caemos mal (o, aún peor, no les caemos) y ellas desaparecen de nuestra existencia con la misma rapidez con la que habían entrado, talmente como si nada hubiera sucedido. No hay nada de que culparles: nosotros no les proporcionamos un entretenemiento lo suficientemente atractivo como para que deseen seguir viéndonos, y ellas ejercen su perfecto derecho de escoger cómo y con quién aprovechan sus momentos de ocio.
¿Por qué quedáis, entonces, algunos foristas entre vosotros? ¿Acaso entre nosotros vamos a caernos bien? ¿Va a surgir alguna amistad entre personas que no saben establecer este tipo de lazos con nadie más?
No sé, me gustaría poder espiar una de estas quedadas, pero es que a mí, personalmente, no me apetecería nada quedar conmigo mismo. Y se supone que si voy a una de estas quedadas, voy a encontrarme con mucha gente parecida a mí. Lo cual, sin acritud (excepto hacia mí mismo), me parece un plan que tiende en exceso al tostón insoportable.
Saludos.