No soy de los que más hablan, principalmente cuando hay un grupo grande de gente.
No sé, cuando estoy con una buena amistad o con la pareja suelo hablar más de lo que siento que de temas más banales e intrascendentes. Y si no hay tema de conversación y hay que romper un poco el hielo, recurro al sentido del humor, a alguna broma o comentario jocoso... o simplemente permanezco callado. No pasa nada, no se acaba el Mundo si estas con alguien un rato y hay silencio.
Antes pensaba mucho en que decir y en como decirlo y la ansiedad se me disparaba, siendo casi incapaz de deci nada. Aprendí a dejarme llevar por la situación, a relajarme, ser natural y no dejarme arrastrar por pensamientos negativos. No le doy vueltas y la conversación al final sale sola. Ante todo miro a los ojos de la gente porque me di cuenta de que cuando no lo hacía, empezaba a pensar raro y hacerme mis historias en la cabeza. Me agarro a la realidad del momento y no me dejo llevar por mi imaginación y fantasías.
No es fácil, pero así fue como pude avanzar... me costó mucho tiempo y sufrimiento.
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