El otro día lei un artículo cuyo título ya te lo decía todo:
Matriculado en la euforía y licenciado en el desastre.
Yo me he sacrificado como pocos por mi futuro profesional; por ese lado puedo estar tranquilo. Cuando entré en la universidad las espectativas eran impresionantes y apesar de que la carrera no me gustaba un pijo, ni tenía el perfil profesional, continué estudiando porque al menos sabia que estaría situado socialmente y tendría trabajo incluso antes de terminar. Ahora, después de muchisimo esfuerzo, fines de semana sin salir, vacaciones encerrado trabajando en entregas; ahora, la crisis en el sector ladrillo hace que haya en torno a un 70 % de paro para los recien diplomados y eso no es lo malo; lo peor es que el otro 30 % trabaja en unas condiciones que no se corresponden con la responsabiliadad civil y penal que tenemos a cuesta como Arquitectos Técnicos (Ingenieros de la Edificación), en cuanto a honorarios y horarios de trabajo se refiere.
Pero la gente con estudios sigue encontrando más posibilidades que la gente sin estudios. Solo hay que irse a Laboris.net o cualquier otra página de busqueda de empleo y ver que aunque para uns oferta de Ingeniero se presentan 100 demandas; para un camarero se presentan 1.200.
. Duro.
Ahora mismo hay que adaptarse a lo que venga tal y cómo venga; hay que recordar que ha habido generaciones que han sido ni como ni bebo; hasta hace relativamente poco tiempo. Irse por irse no es la solución; porque del mismo modo que tú te vas se van allí 1.500.000 de personas; osea que tambien es duro sumado a que no tienes una solución de vivienda.
Al mal tiempo hay que mojarse!!