De pequeña me gustaba hacer sufrir psicologicamente a mis mascotas. Tenia dos loritos enanos como estos, la parejita.
Bueno pues ellos vivian tan felices en su nidito de amor en una jaula grande y yo cuando me aburria iba y les tocaba las narices. A veces castigaba al macho dejandolo sin comida ni agua porque era un avaricioso. Cuando se ponian a comer siempre picaba a la lorita para ser el primero. El comia primero y luego ella, se zampaba todas las pipas y claro a mi esto con 8 años ya me tocaba mucho la moral.
Resulta que la jaula tenia una especie de separador, tipo esto
Pues los separaba durante horas, ya no me acuerdo si se daban picos a traves de la rejilla separadora, han pasado muchos años. Si no queria que se vieran lo que hacia era poner un carton asi no tenian contacto visual pero cantaban. Por las noches se dormian los dos juntos acurrucados. La lorita puso un par de huevos pero como yo siempre estaba por alli metiendo la mano al final pasaba de ellos y no les daba calor.
Si, lo se fui muy cruel, no me siento orgullosa.
Cabe destacar que el macho se murio atragantandose con una pipa. Se puso todo inchado y morado, no digo que se lo mereciera aunque era un poco ****** pero bueno. La lorita se quedo muy triste, tardo en superarlo pero se recompuso. Y bueno ella termino muerta (supongo), porque un dia mi madre estaba limpiandole la jaula dejo la puerta abierta y se escapo.