Cita:
Iniciado por Auto-Obstáculo
Las dos primeras veces en mi vida que le dije a alguien "lo siento", recibí como respuestas "más lo siento yo" (y no es broma). A partir de ahí mi fórmula para dar el pésame es "te acompaño en el sentimiento". Lo malo es que alguien me puede decir "sé ir yo solito, gracias".
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A mí también me lo dijeron una vez. Afortunadamente no fue del tipo "cortante" sino expresada desde las tripas. Ante eso, qué más decir, bueno, majo, vete por donde has venido que ya has cumplido...
Efectivamente, el paciente sufridor ya tiene bastante dolor que afrontar y todos los "te acompaño en el sentimiento", todas las muestras de afecto y cariño, todos los abrazos, son un fragmento más del largo y penoso camino al que se ven conducidos en volandas, como si de una siniestra romería se tratase. Sin embargo, es necesario y, como se ha dicho por aquí, el que ellos perciban y se sientan acompañados es lo importante. Lo que se dice tampoco tiene más trascendencia y tampoco es plan de hacerse los creativos con las frases. Ellos estarán en una nube.
Hay que estar y hay que ir, por convicciones o por el respeto hacia esa persona amada o apreciada. Si no es nada de eso mejor ni ir. Hoy, por ejemplo, he oído a un compañero de un trabajo anterior que acababa de estar en el funeral del suegro de una compañera común. Pues que quieres que te diga, si fuese el padre bien pero... ¿el suegro? Ya es rizar el rizo.
Como decía el buen Alejandro Dumas, "para que se lo coman los gusanos, que lo disfruten los humanos" o el famoso refrán "el muerto al hoyo y el vivo al bollo". Lo importante, por duro que parezca, no es la muerte del que nos dejó. Lo que hay que cuidar, mimar incluso, es al que se queda, sufriendo las consecuencias. Porque después de las condolencias y el paripé queda una familia deshecha a la que uno debe ayudar o consolar una vez satisfechos los ritos de paso. Y eso, pese a que siempre se habla del consabido "llámame para lo que sea", la verdad es a veces no nos acogemos a ese amarre emocional postraumático, tan necesario como más complicado de llevar a cabo, principalmente porque requiere tiempo y esfuerzo.
Buen tema, Turambar, ahora que se acerca el día de Todos los Santos y el momento de rendir los respetos debidos a nuestros difuntos... por ellos y su recuerdo y por nosotros, por la esperanza en una vida ultraterrena.