Ah ja ja ja, camino de los 40: mi proyecto vital es simplemente vivir a salto de mata, trabajando en lo que sea intentando mantener una atrofiada vida social en una desesperada batalla contra el aislamiento (lo cual incluye más de una espantada en webs de contactos porque no doy el perfil para las visilleras españolas de 30 y tantos).
Menos mal que el humor ayuda, aunque no cura las heridas.
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