Cita:
Iniciado por Dogan
Creo que hace dos semanas que no lloro. Soy depresivo y muy sensible.
Y es tanto esa sensibilidad que a veces lloro por historias imaginarias que me invento.
Tengo 19. Los cumplí hace poco.
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Lo mismo me pasa. Provengan del plano físico o de mi imaginación, de sueños o de un reflejo laminado sobre una pared, los seres que apercibo son tan indistinguiblemente reales que su impacto emocional es en cierto sentido simétrico. He derramado lágrimas por avatares sólo visibles mientras dormía, por el destino de personajes ficticios, por objetos descuajados, inertes y reanimados por mediación de la fantasía; por árboles, tonalidades de color, evocaciones trasnochadas. Y es que todo me parece prendado de una delicada tristeza: emoción indesignable, pegamento de la experiencia consciente.
La última vez, hace unas pocas horas. Mutilé de gravedad a un insecto volador en un acto-reflejo. Se retorcía agonizante sobre el áspero cemento.
