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Mira hombre, tú tienes mucha suerte, porque con tus maneras eres capaz de captar la atención de otros. Tienes miedo de no conservar esa elevada posición en que te encuentras, o sea de perder la atención de las chicas que te observan. Y al tener miedo todo lo malo va a resaltar y lo bueno va a quedarse en el fondo, esperando, esa habilidad para ponerse en la piel de los demás y tratar de agradarles... Tal vez tampoco te gusta la actitud que adopta la gente en las discotecas, es decir una actitud gregaria y resaltando lo sexual, independientemente de que no te consideres capaz de tener una actitud "gregaria" así como así.
Bueno, quizá eres un aficionado al alcohol y no te digo nada, pero a veces beber un pafr de copas relaja y calma las tensiones internas, desinhibiendo el cerebro y por tanto la conversación. Pero el alcohol es solo una solución esporádica, para momentos muy aislados, no puede ser algo tan común, porque el hígado y la cabeza lo sufren. De todos modos antes que alcohol, medicamentos, etcétera... lo mejor es tener la mente clara.
Es decir, ser capaz de controlar las tensiones internas por uno mismo, entendiendo la realidad "tal como es" (la realidad es altamente relativa, y incluso como dicen los poetas un sueño). Para ello lo mejor que se puede hacer yo creo que es tratar de encontrar en la realidad aquellas cosas que deseamos, y encontrar argumentos para autoconvencernos de que los miedos que inhiben nuestros pensamientos son distorsiones cognitivas, errores, que son falsos y que no hacen nada por nosotros, excepto impedirnos vivir como es debido, como nuestros impulsos y nuestra cabeza nos dictan que debe ser.
Para obtener realmente estos argumentos y fijarlos en la cabeza hay que vivir experiencias. Son ellas las que nos van a convencer más que ninguna otra cosa. Pero claro, el tema es que a veces nos estancamos. Como no vivimos experiencias de un determinado tipo, aunque las necesitemos mucho, aunque las deseemos profundamente, buscamos razones, y estas razones son las que se fijan en la mente. Si el motivo lo vemos en una causa ajena, en nosotros crecerá el odio contra ello, a veces extendiéndose irracionalmente por generalización. Esto (sin más) lleva a impulsivas venganzas. Si la causa la vemos en nosotros mismos, entonces lo que crece es el odio contra uno mismo, disminuya la autoconfianza, aumenta el miedo a los demás. Es prácticamente la reacción opuesta, pero ambas o bien son falsas o bien no sirven para nada y pueden cambiarse.
En el caso de una causa ajena, ella no va a durar siempre. Más tarde la venganza solo generará más odio.
En el caso de que veamos en nosotros mismos la causa, tenemos que intentar mejorar a toda costa. El hecho de inhibirnos y acobardarnos solo va a traer problemas. La FS en mi opinión es esta situación llevada a extremos. A veces va hasta acompañada de síntomas fisiológicos graves (palpitaciones, arritmias, sudoración en manos, dolores de cabeza...).
Entonces (y disculpa un mensaje tan extenso si no sirvió de mucho) yo creo que lo mejor es hacer lo dicho, si una o dos chicas te están mirando, en vez de pensar "no voy a saber agradarlas" piensa "voy a tratar de agradarlas y solo voy a responder a sus signos positivos, o sea, si te sonríen, si se sientan a tu lado, si te hablan de su vida, si te dan caricias o un beso..." y si hay algo que te ofende en ellas, hay dos posibilidades:
si no estás seguro de que es algo malo y crees que se debe a tus pensamientos negativos, pasa de ello completamente, simplemente no hagas caso, incluso finge. Pero si de verdad crees que hay algo malo en sus intenciones, creo que debes decírselo siempre de forma negociada, NUNCA de forma rotunda ni totalmente afirmativa. Más bien como una pregunta, incluso con un tono bienintencionado.
Y en cuanto a una conversación, permíteme solo una cosilla más, un consejo: "mientras los demás te hablen, tú sigue su ritmo; solo cuando su ritmo se apague impón tú tu propio ritmo".
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