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06-jun-2012
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Toda mi vida la pase convencido de que diferente, único, especial.
Acosado por mis defectos, pero el resultado de una esencia única si acaso incomprendida.
Pero con el tiempo la verdad eventualmente llego a mi. No era especial, no era único, solo el producto de un mundano trastorno mental.
Era bastante irónico, dentro de mi debilidad, dentro de mi pobre autoestima, existía una cierta arrogancia en mi... un orgullo propio de quien se entiende único y valioso dentro de su condición. Eso de alguna manera me hacia mas atractivo para las personas; sentía que la vida, que las personas, me debían. Me debían el reconocerme mi valor e importancia propios de mi peculiaridad, eso causaba que de mi emanase una cierta seguridad, un cierto aire de superioridad, que contrarrestaba el patético estado psicológico que me había conferido este trastorno.
Pero con los años ha venido la claridad y la madurez. Lamentablemente con eso se ha ido mi esencia, esa mezcla única que nacía de mi convencimiento de ser el único de mi tipo, que ha sido reemplazada por una gris y genérica humildad.
Ahora no tengo casi nada que ofrecer, no puedo ganar en el juego de la normalidad, y así mismo mi esencia se ha diluido hasta el punto de ni poder ofrecer lo que antes ofrecía.
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06-jun-2012
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Si, el choque contra la realidad puede ser doloroso; aunque si lo ves por el lado positivo esa humildad después de todo no se ve tan gris o genérica como uno piensa. No cualquiera es capaz de sacar esas cosas a la luz para dejar de engañarse a uno mismo y a los demás. Felicitaciones
Vas por buen camino
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06-jun-2012
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Que reconozcas esa "humildad" no significa que dejes de ser único o especial. Pero como bien has dicho conforme crecemos y maduramos vemos con otros ojos el mundo que nos rodea y cambia la posición en que nos vemos con respecto a él.
Sigues con esas mismas cualidades y defectos de siempre, quizás con el tiempo desaparecieron algunos y llegaron otros, pero en conjunto eso es lo que te hace tan especial. Y no especial en el plan "comercial" que vende la sociedad sino en el plan de que no percibes ni siente las cosas como los demás, no piensas igual que todos, no vives igual que los demás, y eso ya te hace único por muchas similitudes que tengamos con los demás.
Eso sí, nadie nos debe nada...
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06-jun-2012
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a los 19, 20. Actualmente tengo 20
Hola, me pasa igual.
Toda mi vida me creí un ser muy especial, con evidentes(ahora me son evidentes) complejos de inferioridad que ocultaba hasta de mí mismo con aires de superioridad. Dos por tres la gente me decepcionaba, porque no estaban a la altura de lo que yo suponía tenían que estar!
edit : aclaro hablo en pasado pero todavia tengo ciertas cosas. :p Pero al menos ME DI CUENTA.
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Última edición por Lisandro; 06-jun-2012 a las 04:35.
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08-jun-2012
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Cita:
Iniciado por The Escapist
Toda mi vida la pase convencido de que diferente, único, especial.
Acosado por mis defectos, pero el resultado de una esencia única si acaso incomprendida.
Pero con el tiempo la verdad eventualmente llego a mi. No era especial, no era único, solo el producto de un mundano trastorno mental.
Era bastante irónico, dentro de mi debilidad, dentro de mi pobre autoestima, existía una cierta arrogancia en mi... un orgullo propio de quien se entiende único y valioso dentro de su condición. Eso de alguna manera me hacia mas atractivo para las personas; sentía que la vida, que las personas, me debían. Me debían el reconocerme mi valor e importancia propios de mi peculiaridad, eso causaba que de mi emanase una cierta seguridad, un cierto aire de superioridad, que contrarrestaba el patético estado psicológico que me había conferido este trastorno.
Pero con los años ha venido la claridad y la madurez. Lamentablemente con eso se ha ido mi esencia, esa mezcla única que nacía de mi convencimiento de ser el único de mi tipo, que ha sido reemplazada por una gris y genérica humildad.
Ahora no tengo casi nada que ofrecer, no puedo ganar en el juego de la normalidad, y así mismo mi esencia se ha diluido hasta el punto de ni poder ofrecer lo que antes ofrecía.
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Sinceramente, muchachito... ¡¡¡QUÉ GANAS DE COMPLICARTE LA VIDA!!! Por más que te pongas de cabeza, seguís siendo único, no hay nadie que se te iguale, todos somos exclusivos e irrepetibles. Está bien que te sientas único y valioso. Pero si no sos inferior a las demás personas, tampoco sos superior; así que esa humildad viene como anillo al dedo. Ni inferior, ni superior: sólo distinto.
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18-jun-2012
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Una prueba fehaciente de hasta donde llega nuestro ego.
Ergo, siempre hay que tener en cuenta que todas nuestras ideas han sido tomadas de la cultura de nuestros ancestros (abuelos, padres, amigos y de los profesores que nos educaron) por lo que decir que somos una singularidad es casi imposible.
Sin embargo, decir que estadística mente exista otro ser con nuestra misma apariencia física, mismos pensamientos y conocimientos es poco probable, por lo que de por sí al menos meta físicamente somos únicos (no sé si estoy usando bien el concepto).
De igual forma, al menos por mi lado, yo siempre tomo como base una frase que dice "A nadie le importa lo que tu sabes, es lo que haces con lo que sabes", por lo que la capacidad degenerar nuevas ideas, conceptos o pensamientos en otras personas es lo que nos hace a mi parecer, algo distintos.
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Última edición por aswin; 18-jun-2012 a las 19:33.
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18-jun-2012
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No lo entiendo...¿cual es el problema de ser único?¿y el de no serlo?..
Si eres diferente porque eres diferente y si eres igual porque eres igual, la cuestión es quejarse...
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18-jun-2012
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Saberse superior, pero sentirse inferior...
Muy bien expuesto para los vivimos esa experiencia.
Excluidos sociales ¿por vocación o por debilidad?
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18-jun-2012
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[QUOTE=KRONOS;486809]Saberse superior, pero sentirse inferior...
Muy bien expuesto para los vivimos esa experiencia.
Sentirse inferior es incontrolable...pero ¿saberse superior? ¿coma va eso?¿superior a quien?
Es tan mala una cosa como la otra. Una cosa es quererse pero otra creerse superior al resto.
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18-jun-2012
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Depende de qué creas que es ser único.
Tenemos una conjunción de rasgos, manías, recuerdos, vivencias, experiencias, gustos y peculiaridades únicos, por separado pueden ser compartidos por mucha gente, pero el conjunto global es único.
La vida no pasa igual para dos seres diferentes. Los recuerdos son moldeados por nuestra percepción.
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