Igual me salgo del asunto un poco, pero mi miedo más serio, mayor aún que los típicos de este trastorno (aunque derivado quizá de ellos), es acabar en la indigencia. Ese, y sufrir una larga agonía antes de morir.
Hastiado de restricciones e impotencias, tantos años arrastrando esta "cosa nostra" me fustigan y me impelen, por momentos, a traspasar La Barrera (metiendo la cabeza, si es preciso, como carnero impetuoso y vehemente), a traspasarme a mí mismo y volcar toda esta frustración/fuerza/rabia contenida en un nuevo intento por darle la vuelta a mis entrañas, arrancarme de cuajo tamaña tiranía rasgada en jirones con uñas y dientes, para que al menos sirva de algo esta cárcel abarrotada de sombras (aprender algo más sobre el ser humano, sobre mí mismo, añadir una sola gota de afectuosa medicina a este mar de sufriente humanidad, qué sé yo), antes de que sea demasiado tarde.
"Tempus fugit".
Hoy estoy catártico (maldita sea mi estampa).