El sentido de la vida. Lo soñé esta noche, justo antes de despertarme. Me levanté de cama, pero pensé que no valía la pena apuntarlo. Ya lo he olvidado. Podría haberlo apuntado para vosotros, pero pensé que el lenguaje, este (en mi opinión) burdo sistema de intentar comunicar a los demás qué es lo que quieres que hagan, ignora tantas variables importantes en el proceso comunicativo que no serviría de mucho tomarse las molestias.
Iba a escribir mis razones para seguir hacia delante, pero... no sé casi nada acerca de tí... no sé qué escribir.