Los alucinógenos alteran el estado de conciencia y la forma de percibir tu entorno y a ti mismo. Básicamente eliminan o eclipsan los filtros mentales y por ello puedes adoptar una visión mucho más abierta de las cosas y sientes esa "comunión" mística con el mundo y con los demás. De hecho, hace unos años se reinstauró el uso terapeútico del ácido lisérgico (LSD) en pacientes con cáncer terminal por su capacidad para alterar sensaciones y percepciones, y así ayudarles a encarar mejor la muerte.
Como bien dices, puedes vivir una experiencia placentera con este tipo de droga pero también puedes tener un "mal viaje", y creo que ésto es más probable si padeces un trastorno psiquiátrico como ansiedad o depresión. De todas formas siempre he pensado que las drogas no son malas per se, sólo el uso irresponsable de las mismas. Y si no, métete una sobredosis de paracetamol y luego me cuentas, más hepatotóxico que la heroína. Se las ha demonizado demasiado, cuando son una sustancia química más, incluso positivas en ciertos casos y en las dosis adecuadas.
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