Se ha creado cierta confusión por lo que he visto, dando lugar a la plomífera polémica habitual entre mujeres y hombres
. Expresé mi no apetencia en dar detalles sobre cuestiones personales, pero es obvio que sin ellos se provocan estos malentendidos.
Primero tengo que darle la razón a
Killmeplz porque me ha hecho reflexionar su comentario. Es cierta mi cerrazón por una filosofía de vida cuyo resultado es ser demasiado quisquilloso. Sin ir más lejos, escribí que me negaba a considerar "amiga" a esta chica porque tiendo a rechazar el término, pero carece de lógica. Es una amiga, está claro (de hecho, creo que alguna vez escribí sobre ella en este foro porque me preguntó si le consideraba atractiva, otra cosa que me descolocó. ¡Qué obsesión por el físico!).
A partir de aquí, creo que se entiende mejor. No es que de repente una persona, disque conocida, me envíe un mensaje. Se trata de alguien a quien veo con cierta frecuencia (acudimos a clases de defensa personal) y he notado cuál es su interés por mi persona. Cuando salimos del gimnasio siempre me propone tomar algo, me invita a salir - aunque yo suela dar largas -, se comporta de manera muy dulce y risueña conmigo...
En cualquier caso, he seguido "la doctrina oficial"
. Ni he contestado ni pienso hacerlo; espero que esto sirva para calmar los ánimos, pues es de suponer que ella se habrá arrepentido de haberme mandado el mensaje. Es exponerse demasiado.
Como me has hecho varias preguntas y me pedías una respuesta personalizada lo realizado. Entendí que cometiste un error en la atribución, no importa.
1º No me gusta porque, en general, no me gusta nadie. Ya he vivido experiencias de estar en pareja y creo que ese no es mi mundo.
2º Es una chica guapa y, aunque tiene ramalazos estereotipados, como mínimo se puede mantener una conversación interesante con ella. Por otro lado, psicológicamente es frágil lo cual me genera empatía inevitable.
3º El físico tiene su relevancia para quien desee intimidad corporal. No nos engañemos cuando se apela a la belleza exterior es una manera subliminal de expresar el deseo de entablar relaciones sexuales porque la anatomía del sujeto se considera apetecible. A mí eso no me pasa
.