Había quien decía que la mayor razón que se tiene para comer en exceso, es el aburrimiento.
Yo no soy adicta a nada, ni siquiera a la computadora. El adicto no puede parar con su vicio; yo sí puedo dejar Internet, pero no tengo una razón para hacerlo.
La soledad, alguna vez, le va a entregar mi alma a las pirañas.