En primer lugar, felicidades. Adelgazar nunca es fácil, requiere fuerza de voluntad y ánimo. Recuérdate siempre que ya has hecho un avance muy complicado.
Yo mismo gané bastante peso el año pasado y este verano he estado recuperando el hábito. Todavía no estoy como un figurín pero me siento mucho mejor y he notado una importante baja tanto en la báscula como en la talla de mi ropa.
Además ¿No te sientes genial después de hacer ejercicio y después de
perder peso? La gente muchas veces subestima el poder estimulante y reconfortante que uno alcanza cuando se cuida.
En cuanto a la piel flácida. Lo primero es tener en cuenta la dieta y la hidratación. Debes beber mucha agua para ayudar a tu organismo a dar flexibilidad a tu piel. Procura comer muchas verduras, especialmente zanahorias (a ser posible crudas, son de los mejores aportadores de betacarotenos). Otros buenos alimentos para esto son el ajo, la cebolla y el apio.
Puedes realizar ejercicios específicos. Dependiendo de la zona en la que quieras centrarte. Para los brazos y cuello lo mejor es hacer ejercicios de los músculos pectorales y braquiales (flexiones, preferiblemente). Para el vientre deberías hacer rutinas diarias de abdominales. Las piernas son lo más fácil aunque tardan algo más en recuperarse, sólo tienes que caminar mucho. Todos estos ejercicios estimulan la circulación y fortalecen las capas musculares, haciendo que la piel se tense sobre ellas. No tienes que desarrollar mucha masa muscular, sólo conseguir que la piel quede más firmemente unida al músculo.
Procura evitar demasiada exposición solar. Puedes cuidar tu piel con cremas hidratantes y exfoliantes pero quizás ya te parezca demasiado excesivo y caro. Evita las posturas retraídas, mantente siempre que puedas erguido (lo contrario hace que los abdominales queden más separados de la capa cutánea y además también los debilita). Estas poses debes mantenerlas tanto de pie como sentado e incluso acostado, dentro de lo posible.
Y, por último. No te desanimes por tu estética. Las personas con baja autoestima tienden a ver defectos nuevos en sí mismos cuando han quitado los viejos. Recuérdate siempre que cada pequeñez en la que te centres es una menos de la que preocuparte. Intenta ver esta situación como un cuidado nuevo que te plantee un desafío, no como un obstáculo más.
Y no te desesperes. Estas cosas llevan su tiempo dependiendo en muchos casos de la genética, de la edad y de la rapidez con la que hayas perdido peso. Piensa que cada pasito es uno importante.
