Lo primero es asumir que la vida es un trance bastante inútil y olvidarse de buscar motivaciones de primeras. Lo básico es tener uno, dos o más objetivos que justifiquen tu presencia aquí.
Habitualmente los humanos tendemos a anhelar varias cosas en nuestra mísera existencia (familia, salud, amigos, trabajo, estudios, pareja, vocaciones...). Pues bien, debes buscar mediante una reflexión introspectiva un objetivo (que no tiene porqué estar relacionado con los mencionados. Cada cual elige su pasión). Del empeño en lograr ese objetivo nace la motivación y de ella la ilusión se recobra, casi en todos los aspectos.
No significa que con ello tu vida cambie, ahora bien podrás decirte a ti mismo "esto lo alcanzo porque tengo valía para hacerlo". Y cuando lo alcances ya podrás proclamar lo que tú quieras: "ahora a por más" o "ahí queda eso". Es la grandeza de nuestra libertad para decidir en qué momento abandonamos el barco o seguimos la travesía .
¡¡Santo cielo!! ese "tú" debería ir con tilde, no creía que todavía hubiese quiénes cometiesen ese tipo de errores gramaticales