Interesante, justo estoy pasando por lo mismo.
Desde mi época liceal con mi depresión y esa fobia social que no sabía lo que era que me pasaba no tenía motivación para nada, me quedaba en casa desganado o bajoneandome por cosas como si tal mina no me daba bola o si alguien me insultó el otro día, con la impotencia de salir para superarme y no tener a donde ni con quién.
Terminé el liceo, comencé la facultad y más de lo mismo, hice un año facultad de Comunicación, notas bajísimas, los parciales entre 1 y 3 cuando tenés que tener un 6 como mínimo para que sea aceptable, al año siguiente lo mismo, cambié de carrera, opté por Psicología y más de lo mismo, iba a calentar banco.
Al año siguiente me di cuenta que no estaba a la altura de una facultad y opté por ponerme a laburar, cuando comencé fue una tortura porque no sabía tratar con los compañeros, era como un gato asustado, al tiempo me solté un poco más y le hice más frente a mis encargados pero igual con ese miedo y remordimiento dentro. Cambié de laburo y pasé a otra cadena de supermercados, lo mismo, falta de acertividad al interactuar con mi entorno.
Laburo porque no me queda otra, tengo 27 años y me urge juntar dinero y experiencia y mi madre gana muy poca plata, por lo que tengo que ayudar con los pagos de la casa. Soy uruguayo, tengo una novia brasilera la cual nos turnamos cada medio año para viajar y vernos, ni eso me motiva para ponerme las pilas y salir a informarme de cosas para independizarme en Brasil con ella, tenemos 3 años y medio de relación.
Mi novia pasa un poco parecido a lo mío por lo que nos cuesta a ambos dar iniciativa para salir adelante aunque ella está por terminar la facultad, le queda un año. Pero al interactuar somos lentos de mente para ser rápidos en desiciones. En marzo que estuve en Brasil fuimos a una convención de animé allá y nos perdimos un premio por falta de viveza, cuando sortearon un juguete de coleción de vocaloid fuimos a esa hora a comer y cuando fuimos a mitad del sorteo escuchamos que los presentadores decían que muchos de los sorteados no estaban presentes y en eso escucho mi nombre y después decían que no entendían la letra por lo que no dijeron mi apellido, y con una confusión de números, (No voy a entrar en detalle porque se hace largo), nos paralizamos y llamaron a otra persona, sentimos que todo fue repentino.
Hace unos años me robaron en la calle con ese estupido juego de la bolita y por falta de sobriedad me persuadieron y me robaron 1200 pesos uruguayos.
Y bueno, en cuanto a los quehaceres de la casa, igual que ustedes, tengo mucho que hacer y nunca me pongo con nada, me aburro demasiado rapido de las cosas. Durante la semana laboral deseo que llegue mi descanso para hacer algo, y cuando llega sólo quiero estar tranquilo sin hacer nada, y es un circulo interminable
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