Es que nos desviamos del tema. No digamos que para gustos los colores cuando, precisamente, se trata de decirle al acomplejado o dismorfofóbico que tiene que desarrollar un sentido del gusto que o bien le es inexistente o le es errático, justamente para poder olvidarse, así, de la fealdad y el deseo de belleza que lo aprisiona.
Tema parte, saber qué nivel de belleza o fealdad posee uno es esencial para poder desenvolverse en el mundo feroz en el que vivimos.