En líneas generales todo es competitividad. Incluso en ambientes más distendidos y con menos presión, se sabe quién o quiénes parten el bacalao.
Tendemos siempre a jerarquizar, usándolo como recurso para comparar quién es más sociable (por ejemplo), o más habilidoso en manualidades, o mejor conductor, mejor cocinero, etc...
Comparar es fundamental para saber en qué entorno nos movemos y con quiénes, es algo que hacemos inconscientemente y no es nada malo.
Ahora bien, cuando se trata de escalar en la sociedad, a través del trabajo, mujeres, o reconocimiento, pues sí, ahi sí que se acentúa esa lucha.
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