El mio fue delicioso, super dulce.
Él llevaba un tiempo tonteando conmigo, pero yo no estaba segura de si quería creermelo. Venía a verme casi todas las tardes, me acompañaba a hacer recados o se sentaba conmigo sobre la hierba. Es un chico dulce, dulcísimo, como un flan, de hecho temblaba igual que un flan aquella tarde en el metro. Yo tenía que ir a casa y estaba sentada frente a él, dejando pasar los trenes porque no quería marcharme. No recuerdo qué me dijo exactamente, pero fue evidente que me estaba pidiendo permiso para besarme.
-Prueba. -le dije una vez, y se lo repetí.
Y entonces se inclinó sobre mi. Me sorprendió lo húmedos que eran sus labios (de hecho diría que los suyos fueron los besos mas húmedos que he probado, pero no sé qué esperaba, la verdad). Recuerdo que metió su lengua en mi boca y que fue muy excitante, bonito, besaba bien aunque no era muy creativo. Fue sorprendente e intenso, aunque menos de lo que imaginaba que debía de ser un primer beso. También recuerdo que siempre ponía cara de besugo cuando se acercaba a besarme... Jajajajajajajaja.
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