Cita:
Iniciado por 1984
Me ocurre similar a ti.
Cuando se trata de direcciones soy un ciudadano ejemplar y siempre las indico correctamente (en mi época rebelde los enviaba al otro lado de la ciudad, jé)
Pero si es por el "simple placer de conversar" adopto la actitud de "no me está hablando a mi" y lo hago notorio a mi interlocutor, pero hay días que eso los incentiva a insistir y mis respuestas se transforman en monosílabos de cortesía y mi posterior alejamiento, porque... ¿cómo se atreven a querer hablarme? ¿creen que el placer de mi conversación es gratuito? Já.
Pero no siempre soy tan borde, a veces les respondo y entablo conversación, sin embargo nace en mi el deseo de incomodarlos y noto cuando quieren dejar de hablar, y es ahí cuando yo continuo y no me detengo. ¿Y es que acaso no querían hablar? ¡Pues tomen! Já.
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Jajajajajaja, qué tela. Si es cierto, tiene cojones.
Me siento incómoda e intento parecer normal. Pero a veces es de los que quieren vender algo y dejo que me den coba para luego decirles que obviamente no, porque no me interesa y luego me siento peor.
Pero no sé. No me suelen parar por hablar conmigo porque sí. Si necesita alguien ayuda hago lo que pueda, y las pocas (muy pocas XD) que me ha parado alguien del sexo opuesto he pasado totalmente. Me parece muy maleducado. Y violento.
En la actualidad, para avanzar algo en mi inseguridad, saludo a las personas por la calle (selectivamente, solo a personas mayores la verdad. Porque lo de saludar a desconocidos no se lleva mucho entre la juventud) tipo buenos días/tardes/noches. Me alegra el día de alguna forma.