Para mí son iguales al resto de la semana y si trabajo, más aún. Si los tengo libres me dedico a leer, a ver la tele, a pensar en mis cosas, a dar largos paseos para despejar la mente, a dormir y, a veces, a intentar quedar con alguna amiga que nunca se acuerda de devolverme las llamadas o contestar a mis mensajes. Como ya imaginaréis, esto último lo he hecho un par de (infructuosas) veces y te da tal bajón que prefiero quedarme entre las cuatro paredes de mi casa.
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