La mejor forma de morir es durante el sueño.
Lo mejor es morir de viejo durmiendo, por parada cardíaca.
De todos modos si el fin del mundo es por un meteorito, inundación, terremoto o guerra nuclear durmiendo es lo mejor. En el caso del meteorito o explosión nuclear, el tiempo en que ocurre es tan breve que ni despierto te enterarías. Y el terremoto pues en cuanto te cae el primer cascote en la cabeza que te deja inconsciente, si no te ha matado ya con eso, ya no te enteras de nada ni sientes dolor alguno. De hecho la mayoría de las muertes rápidas no duelen. Por contra las muertes mas terribles son las que son precedidas de largas enfermedades o torturas.