Yo pienso que sí que he evolucionado bastante en estos dos años, sobre todo en el último, hasta el punto de no saber ya si mi problema o lo que queda de él es fobia social o una acusada introversión.
La piedra angular de mi fobia siempre fue el curro, no haber currado, no currar, etc, pero ahora paso, es más, he pasado de ir escondiéndome de la gente a no importarme demasiado que me pregunten del tema y tal, aunque sigo siendo reticente y miedosa con ciertas personas, más con las allegadas. Siempre he estado en paz conmigo misma, no así con el mundo. No me arrepiento de no haber hecho "nada" con mi vida, no me siento mal, ni frustrada ni fracasada, nunca me sentí así pero siempre tuve miedo a la evaluación y por consiguiente al rechazo. La diferencia es que ahora puedo mostrarme orgullosa de quien soy con más gente, cosa que antes ni de coña. Sé qué tipo de vida quiero y asumo que no es una vida normal y promedio y cada vez tengo menos problemas en expresarlo al mundo. Me siento mas serena, no siento tanta necesidad como antes de huir.
¿Qué me ha ayudado? una mezcla de mi hedonismo (que me ha zarandeado y me ha dicho basta de resignación) y quizás haber sido siempre la mujer sin propósito, sin proyecto, el que no hayan calado en mí ideas tales como hay que hacer algo, ser alguien , hacer ésto o lo otro...etc (mi nihilismo, jajajaja) Al final todo ese temor ha tenido que colapsar, porque a mí me gusta como soy al fin y al cabo. Yo sólo tenía un problema con el mundo (y aún queda algo) no conmigo misma. Nunca me he rechazado, me daba miedo mostrarme tan diferente como soy ante los demás por miedo a SU RECHAZO.
Saludos